Veo y leo puntos de vista muy distintos sobre este partido que acabamos de perder frente al Guijuelo. Por un lado, los que dicen que nos dieron un correo y que no la cheiramos (la pelota), y por otro lado, los que dicen que el Guijuelo ni tiro por los tres palos, y que no se mereció ganar.
Pasado ya tiempo desde el final del partido, quizás tengan razon las dos, o ninguna, quien sabe.
Yo diría que, por un lado, en la primera mitad, fuimos merecedores de algo más, ante un equipo que tampoco le perdió la cara al partido y que buscaba también la portería (aunque sin encontrarla).
Las oportunidades de la esede, pues más claras, eso si.
Para mi, el fin llegó con el gol rival. Un gol en propia puerta, tras un fallo por la banda derecha que propició un ataque que acabó como acabó.
A partir de ahí, ni los cambios del míster, ni el empuje final de los blanquiazules sirvió para nada.
Muchos balones perdidos (Mensha perdía uno de cada dos), pocos tiros a meta (me viene a la cabeza un par de Manu Moreira desde fuera del área) y, eso si, un despliegue táctico del Guijuelo envidiable, no dejando jugar a la esede el balón, poniéndole en apuros en su campo y ganando así el partido.
En anécdota queda el mal rollismo con que los dos equipos se fueron al descanso.
Si nos comparamos con el año pasado, tenemos un punto menos. Eso si, parece que las sensaciones son distintas, por lo que percibo en la gente.
Pero como todo, habrá que esperar unas jornadas para saber que nos va a ofrecer este equipo.
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